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El enfoque de Género en la Economía Circular (*)

La economía circular en la última década ha logrado ganar cada vez más atención en las políticas públicas, la cual propone un modelo económico diferente al cambiar los patrones actuales de producción y consumo, y busca generar un cambio de paradigma capaz de abordar una serie de problemas sistémicos. Pero, para determinar cómo este modelo puede contribuir a ofrecer condiciones de mayor igualdad, la economía circular debe analizarse también desde una perspectiva de género.

Varios estudios muestran que la brecha de genero también existe dentro de la economía circular y los sectores que sustentan esta transición. Por lo tanto, una transición justa e inclusiva hacia la circularidad exige una mayor participación de las mujeres en todo el espectro de la economía circular, y no solo en las actividades asociadas al sector informal y con bajos niveles de productividad y uso de la tecnología. La contribución de las mujeres a las prácticas circulares y respetuosas con el medio ambiente no debería limitarse a las que resultan de una situación de discriminación y desventaja. Las mujeres deben tener un acceso igualitario a las oportunidades que les permitan actuar como líderes del cambio para la circularidad en todos los ámbitos y sectores.

Es importante que en el momento de elaborar políticas y proyectos se promueva la inclusión de las mujeres en todo tipo de actividades relacionadas con la economía circular, tomando en cuenta las necesidades prácticas y estratégicas específicas de las mujeres en el contexto de esta transición a la circularidad y así garantizar que las oportunidades que genera la transición a la economía circular sean igualmente accesibles y beneficiosas tanto para las mujeres como para los hombres.

Al no adoptar una perspectiva de género en las políticas públicas relacionadas con la circularidad, corremos el riesgo de perpetuar, en lugar de desafiar, las desigualdades de género actuales relacionadas con la participación, el liderazgo y el acceso de las mujeres a las oportunidades y los beneficios que puede generar la economía circular.

Además, la igualdad de género es un pilar central para lograr el desarrollo sostenible, que es el objetivo final de la economía circular. No incorporar una perspectiva de género y aprovechar todo el potencial de las mujeres como agentes de cambio en las estrategias de economía circular puede reforzar la discriminación y la posición de desventaja a la que se han enfrentado las mujeres históricamente. Para que la economía circular cambie los patrones de producción y consumo, debe hacerlo basándose en los principios de igualdad.

La elaboración de políticas en el ámbito de la economía circular debe tener en cuenta la perspectiva de género, lo que implica necesariamente una comprensión de los roles de género, la división tradicional y discriminatoria del trabajo por razón de género y las desigualdades que conforman nuestro sistema actual para construir activamente estrategias, medidas y herramientas que ayuden a cerrar las brechas y superar las barreras para garantizar una transición justa de la economía circular para todos y todas.

(*) Artículo publicado en la Agenda Amazonía 2023. Mes de noviembre.